martes, 29 de junio de 2010

Kanikosen (1929)

Rara y exclusiva publicación en castellano, la de la novela breve "Kanikosen" ("El pesquero", Ático de los Libros 2010), única muestra en nuestro idioma hasta la fecha de la novela socialista japonesa de preguerra. Deja el sabor amargo de la novela como denuncia, sabor por el que su autor, Kobayashi Takiji, tuvo que pagar el precio del asesinato a manos de las fuerzas del orden. Nada más que por esto, Kobayashi merece tener un nombre en la historia de la literatura japonesa, y debemos tener su novela en la sección testimonial de nuestras bibliotecas personales.
"Kanikosen" significa literalmente "el cangrejero" en el sentido en que decimos un "atunero". Sólo encontramos una cita literaria en la novela, una referencia a "La casa de los muertos" dostoievskiana. Un estudiante embarcado en el pesquero le dice a otro que una vez visto lo que se experimenta en este barco, poco tiene que sorprender el relato del autor ruso. Los operarios de este barco de pesca sin tregua son unos auténticos "muertos en vida". Sobrecogedor.

martes, 8 de junio de 2010

No sólo manga



"Una vida errante" (Gegika Hyoryu)
(vol. 1)
Astiberri, 2009

Yoshihiro Tatsumi (Osaka, 1935), es considerado el iniciador en Japón de la novela gráfica (Gegika) destinada a un público adulto e ilustrado.

En esta obra en dos volúmenes el autor nos cuenta su vida y su evolución como dibujante. Como un cirujano, va abriendo y diseccionando apartados vitales: el matrimonio vacío de sus padres; la complicada relación con su hermano, llena de episodios de celos y enfermedad; sus dudas como dibujante... Lo interesante de esta novela gráfica es que, Tatsumi, crea varios círculos narrativos en torno a este primer ámbito íntimo y familiar. Así nos presenta la evolución del manga en Japón desde sus inicios, el funcionamiento de las primeras editoriales, las diferentes escuelas gráficas y narrativas y su búsqueda de un lugar propio. Otro círculo envuelve todavía a estos dos: en él, con fogonazos periódicos nos enseña los acontecimientos políticos y económicos y culturales que suceden en el país, el consumo cultural que llega del exterior, los iconos estéticos y el cine.


Visualmente, el trazo cambia cuando habla de si mismo, a cuando nos habla de escenas de películas, de acontecimientos históricos o cuando nos enseña las portadas de revistas de la época. Todo precisión, no deja nada sin rematar en su repaso exhaustivo de todo lo que pasa por su vida, cercano o no.

Hábil, vasto, sensible, Tatsumi nos ayuda, a través de su obra gráfica a ver Japón desde otra perspectiva. Igual que Murakami nos lleva a través de sus mundos oníricos a una realidad estética y filosófica distinta, Tatsumi nos transmite, mediante plumilla y tinta negra emociones y sentimientos de forma intensa y sensible.
Algo que me llama mucho la atención y que veo también en cine y literatura japonesa es la tremenda facilidad con la que se enfrentan a los silencios tanto de situaciones como de personajes, sin miedo al vacío, confiando en la tremenda fuerza que las imágenes ya creadas tienen para el espectador/lector. Silencios informativos, tremendamente ricos, nada incómodos. Resulta fascinante ver como el autor puede dejar dos páginas sin texto, si acaso con alguna onomatopeya (sonido de cigarras, o el zumbido de un mosquito) y sin embargo se recorren a la misma velocidad que las que contienen texto. Reparamos en los detalles, en el plano del dibujo, en el aparente movimiento de una cortina o de un abanico. Y lo que nos cuentan. Porque ese tipo de sensaciones y de reflexiones en frente del silencio son comunes, son globales y las percibimos sin que las diferencias culturales nos estorben.

No se puede acabar este comentario sin mencionar la magnífica introducción de Kosei Ono en la que analiza el impacto del dibujante, a lo largo de 20 años, con el nacimiento de este tipo de novela gráfica y las diferencias con otros sistemas anteriores muy populares como el sistema de distribución del kashibon, una especie de librerías de préstamo e intercambio que servían también como distribuidoras de manga.

miércoles, 2 de junio de 2010

"Cuentos de Tokio"


Me teneis que disculpar. Esta entrada no es nueva. Figuraba en el blog anterior. Pero como quien elige algo viejo de su casa para llevarse a una nueva, esta película no puedo dejarla en el contenedor de segunda mano de internet. Me la tengo que llevar conmigo.
Prometo que las siguientes serán nuevas.
"Cuentos de Tokio"o "Historias de Tokio" ("Tokyo Monogatari") dirigida en 1953 por de Jasujiro Ozu es una película antológica del cine japonés pero también un clásico a nivel internacional. Y sobre todo, es una obligada referencia para entender la estética del cine japonés, tan alejada de la narrativa del cine occidental.
Jasujiro Ozu analiza el Japón contemporáneo, al contrario que otros directores como Kurosawa o Mizoguchi, que prefieren épocas anteriores y este hecho marca una significativa diferencia en los años en los que se presenta esta cinta. Pero además lo hace sin alejarse un ápice de su cultura, lo que hace esta diferencia todavía más llamativa.
Jasujiro Ozu, trata en Cuentos de Tokio el enfrentamiento entre el Japón tradicional y el Japón moderno, a través de las relaciones entre dos generaciones de la misma familia. Y lo hace escrupulosamente pero con una exquisita sensibilidad.
Formalmente Ozu nos lleva de interior en interior poniendo la cámara a una altura incómoda, como si siempre estuviésemos de rodillas. Este hecho obliga al espectador a adoptar un punto de vista propiamente oriental. Sin embargo no dura la sensación de incomodidad. Ozu no pretende eso, sino que cambiemos la forma de mirar para apreciar toda la carga informativa de sus imágenes. Los personajes son tan importantes como el espacio en el que se mueven y para conseguir este equilibrio lo que hace es no impostar ni la parte formal ni el contenido. Con muy pocos movimientos de cámara y planos fijos de composición absolutamente estudiada nos muestra un discurso visual modesto, casi austero, pero muy potente.
En cuanto al contenido, el argumento nos cuenta el viaje de unos padres ancianos que viven en el campo para ver a sus hijos en Tokio. Es ahí donde nos encontramos con una fractura generacional que a la vez es la fractura entre dos culturas. Los ancianos representan el Japón de las tradiciones ancestrales mientras que los hijos pertenecen al Japón del progreso y de las innovaciones técnicas. Los padres ven resignados cómo sus hijos están olvidando los valores en los que ellos creen y los hijos no tienen tiempo ni espacio para unos padres anticuados según las condiciones de su modernidad.
Ambos tiempos, junto con un tercer episodio a modo de epílogo están unidos por el tren. El tren como metáfora de cambio, como metáfora de viaje interior, marca la carga emocional, de cambio, de soledad y de pérdida.
Lo que remata esta fantástica película es que Ozu no nos dice qué es mejor ni qué es peor. No elige por nosotros. Con suma delicadeza pero una brutal profundidad nos enseña los cambios que se producen en su país y las consecuencias en las relaciones humanas.
Volveré a este tema, como contrapunto para la reflexión sobre los cambios de paradigmas sociales por el desarrollo económico y tecnológico en una próxima entrada. Será interesante ver esa dicotomía entre tradición y modernidad en el cine, 50 años después de que lo hiciese Ozu.
En lugar de aportar bibliografía, en esta ocasión os comento una novedad en dvd en España. El Documental "Tokyo ga" del director Wim Wenders, profundo admirador de Ozu. En el documental, realizado en 1985, Wenders se dedica a recorrer el Japón que Ozu describía para comprobar qué queda de aquél. El documental se completa con anécdotas y conversaciones, con quienes mejor lo conocieron.

martes, 1 de junio de 2010

Congreso Internacional

Se encuentra abierta la matrícula para el Congreso Internacional de Mística y Educación “Educación Universal: sabiduría con corazón”, que se celebrará durante  los días 29 a 31 de octubre de 2010 en Ávila.
Aquellos que quieran ampliar la información, aquí está el enlace.

http://www.avilamistica2010.com/