jueves, 6 de enero de 2011

"Los engranajes" (1927)

Celebramos la reciente publicación de dos relatos de Akutagawa que precedieron y anunciaron su suicidio unos meses después, "Kappa" y "Los engranajes" (Paradiso Eds. 2010). Así sucede en "Los engranajes", relato de despedida escrito unos escasos tres meses antes, donde habla explícitamente del suicidio del protagonista, alter ego del autor. Escrito en la primera persona de la "novela japonesa del yo", sorprende siempre en la escritura de Akutagawa su sentido de la modernidad, una modernidad ni occidentalizante ni postiza. La modernidad que vivió la literatura japonesa en Taisho, heredera de Soseki, y que entró en crisis en Showa, pero que nunca ha perdido. Akutagawa aquí muestra su faceta más radical, y se muestra claramente maestro de Dazai. Abundan las citas, es un relato con un alto componente de intertextualidad. Cita los clásicos europeos sin complejos, mostrando la devoción de los autores japoneses de la época por los grandes autores rusos.
"Mientras regresaba, me propuse llamar a un hospicio. Pero mi ingreso en él significaba una muerte segura. Después de vacilar una y otra vez, traté de ahogar mi temor leyendo Crimen y castigo. Sin embargo, la página que había abierto pertenecía a Los hermanos Karamazoff. Creí haberme equivocado de libro y miré de nuevo la portada: decía Crimen y castigo..." (p. 113-114). ¿Alguien recuerda la devoción de Mishima por Los hermanos Karamazoff?

sábado, 1 de enero de 2011

Alchemy: An Index of Possibilities (1989)

Hoy recomendamos tomarse un rato de sosiego con el relajante a la vez que estimulante sonido de Alchemy, una colección de creaciones más o menos breves, que van de 1984 a 1989, de tipo instrumental, de nuestro apreciado David Sylvian.
Desde la interesante aportación como fotógrafo de Yuka Fujii, artista de confianza de Sylvian, que aparece también en otros trabajos, como el de Gone to Earth (1986), por citar un album de la misma época, destacamos aquí también la colaboración de Sylvian con músicos y técnicos japoneses. El último corte,"Steel Cathedrals" es una de las creaciones conjuntas con Sakamoto, y para mí la más interesante del album, aunque aquí no aparece el Sakamoto esteticista sino el vanguardista, en piano y como arreglista de una cuerda muy discreta. Seigen Ono se ocupa de la limpidez de un sonido muy de los ochenta, plástico, world y muy electrónico. Finalmente Masami Tsuchiya es acreedor de contribuir con guitarra. Si a este elenco de japoneses añadimos la importante presencia de colaboradores habituales como Robert Fripp o Holger Czukay, tenemos un album de gran calidad técnica y compositiva.